lunes, 16 de mayo de 2016

GREMIOS DEL DEMONIO PARTE 1: RECLUTADORES DE PERSONAL


A mi parecer y por experiencia personal, hay dos grupos de profesiones particularmente como la caca: reclutadores de personal y corredores de propiedades.


¿Qué tienen en común? En la vida de una persona adulta hay dos cosas que uno tiene que resolver: tener trabajo y disponer de un techo. Alrededor de esas dos necesidades básicas se han desarrollado estos pseudo profesionales que al igual que secretaria se sienten con todo el poder para tenerte de las huinchas porque tienen el manojo de llaves del mueble donde se guarda el café.





Cuando uno es chico le enseñan que el mundo se rige por contratos, contratos de trabajo, contratos de arriendo, contratos de servicio, donde se supone ambas partes en igualdad y libertad celebran un conjunto de acuerdos que responden a necesidades, oferta y demanda.

Les digo altiro a los pocos púberes que puede que lleguen a leer esto que NO FUNCIONA ASÍ. Me pregunto quién cresta invento esa wea…(lo mismo que los costos hundidos…esa wea no existe!). Todo se distorsiona porque las necesidades son asimétricas, por decirlo de alguna manera un poco más elegantita. Para una vacante en alguna pega hay 350 personas postulando y cuando te muestran un depa, hay otros 10 giles que también lo quieren, entonces uno obligado a poner cara de risa y entrar en el juego, ya que todos los otros están haciendo lo mismo.

Partamos por el mundillo de los reclutadores o seleccionadores de personal (¿han cachao que ahora todos son “headhunters” aunque a lo más se dediquen a buscar operadores telefónicos?)

A veces cuando está en un trabajo, te contactan por linkedin los reclutadores o “headhunters” para levantarte y al principio te tratan increíble, pero en general al poco andar empiezan los problemas típicos: te citan a entrevista a las 11 y media de la mañana o a las 4 de la tarde…o sea, como si uno pudiera desaparecerse dos horas de la oficina como si nada…y cuando uno se hace el tiempo, le miente al jefe y llega al sitio del suceso, una secre te mete a una sala con unos test y te hace una mini entrevista una persona que no cacha de que se trata el cargo. O sea, aunque sean ellos los que te buscaron a ti, igual te tratan como si uno estuviera desesperado y ellos pudieran aprovecharse de eso para no tratarte con respeto…

Otra cosa que me carga cuando uno ya tiene un par de años de experiencia laboral es que la primera etapa sean los test…¿qué es eso de que lo primero que te hagan hacer en un proceso sea la parte psicológica? A veces te hacen puro ir a perder el tiempo, ¿qué pasa si después te cuentan qué empresa es y las condiciones del cargo y no te tinca ni por si acaso? Y uno leso tiritando cada vez que te llama el headhunter y estás con el jefe…

No sé por qué tantas empresas insisten en que los primeros filtros los hagan consultoras externas que no saben nada del negocio, del cargo, de la cultura interna, del tipo de persona que estaría a cargo del reporte…etc. En mi experiencia los mejores procesos que me han tocado vivir, son aquellos en que el filtro de los CV y las entrevistas los hace la misma empresa donde está la vacante y la terna la mandan a evaluación psicológica después para descartar que uno sea un psicópata en potencia.

Entre las situaciones típicas pencas que te pueden pasar es que el entrevistador sea malo, entonces te pregunta de mil maneras distintas lo mismo y uno dale insistiendo con toda la amabilidad posible hasta que uno cacha que el gallo se enojó porque sin querer lo dejaste de incompetente. También pasa que muchas veces el entrevistador no sabe nada sobre el negocio de la empresa, ni entiende las tareas del cargo, entonces se pone pesado porque se siente ignorante frente a las explicaciones que uno da, los términos que ocupa y etc, frente a una pregunta específica qué el mismo te hizo pero que él mismo no entendió y la hizo porque alguien, a lo mejor el cliente, se la anotó. Y no me digan que es de mala educación usar tecnicismos, siglas y coa profesional en una entrevista porque a veces no se puede evitar si uno quiere contestar como corresponde, uno de todas maneras trata de ser didáctico y el otro como probablemente es inseguro siente que uno lo está tratando como deficiente mental porque en verdad no entiende ni mierda.

El otro día vi un aviso de trabajo para seleccionadores de personal donde pedían periodistas recién egresados, ya ni siquiera se dan la lata de contratar psicólogos que hagan la pega…en todo caso, ¿para qué? Hoy día todo el mundo se estudia los test en internet, si alguna vez hubiera querido trampear, simplemente hubiera sacado mi teléfono. No sé para qué cresta siguen aplicándose los mismos test de siempre, les juro que si vuelvo a hacer otro “hombre bajo la lluvia” me pegaré un tiro…Me pregunto si ahora lo que se valora es justamente prepararse…¿O sea si soy honesto y no me lo estudio soy gil? Lo otro es que los aplican de manera tan al lote que a los inventores de esos instrumentos les daría un infarto masivo si supieran lo que hacen con ellos en este país.

Un vez que venía de camino a mi casa luego de una esas sesiones impersonales de “métase en esa sala, haga los test (obvio sin darte instrucciones) y cuando termine la van a llamar a una entrevista” (aunque llamarle “entrevista” sería mucho pedir), me preguntaba cómo cresta pretendían encontrar así a la persona que la empresa que los contrató necesitaba…y peor, si habrá sabido esa reputada empresa nacional que la supuesta “profunda evaluación por competencias” que promocionaban en la página web de la OTEC/RRHH, valía yuyo...Y más me enojé cuando me hallé sintiéndome ridícula por haberme emperifollado, estudiado la empresa, preparado mis respuestas y haber tratado de desplegar mi encanto e inteligencia para una evaluación de esa calaña. Francamente me parece una falta de respeto no sólo hacia la empresa que los contrató sino también hacia los postulantes que le ponemos todo el ñeque, preparamos las vibras positivas, hacemos sahumerio, les decimos a los amigos que nos encomienden a la virgencita…porque necesitamos la pega, más de lo que los reclutadores o las empresas nos necesitan a nosotros. Siempre va a haber alguien adentro a quién explotar más si se demoran en cubrir la vacante, siempre habrá personas que se venderán más barato para poder llegar con pega a la casa y dormir tranquilo porque podrá por fin volver a pagar el dividendo de la propiedad que le compró a un corredor conchesumadre que se llevó tremenda comisión por la venta y no fue capaz ni de mostrarla, sino sólo de dejar las llaves con un conserje… Continuará!


miércoles, 4 de mayo de 2016

FRASES CLICHÉ


Ante un episodio particularmente desestabilizador muchas personas, la mayoría diría yo, recurren a una listilla de frases clichés del estilo “no hay mal que por bien no venga”, o “hay que tomarse las crisis como oportunidades”, o una particularmente irritante: “al final vas a agradecer que te hubiera pasado”.



Cuando me echaron de la pega, mi jefa me dijo “tómatelo como una oportunidad, sé que hoy día  no lo ves pero a la larga lo vas a agradecer, puede que te esté haciendo un favor”. Mi cara de WTF tiene que haber sido una cosa digna de admirar. Sólo conozco un planeta donde el que te echen de tu trabajo es favorable y es aquel en el cual tienes muuuuchos ahorros, otro puesto cocinado en otra parte y entonces que te paguen por irte es lo mejor que te pudieron haber hecho. Para el resto de los mortales la situación es una mierda. Le puedes decir al mundo que es la raja la sensación de quedarte tranquilamente viendo el matinal mientras llueve y todo el resto de los giles está trabajando con sueño y las patas mojadas, pero el hecho concreto es que por mejor que te lo tomes, en el fondo, en lo profundo de tu inconsciente, hay un maldito gusano que te corroe llamado ansiedad.

Nadie quiere que le pasen cosas malas, o sea, yo no creo que ningún papá quiere que su guagua salga con problemas, y me parece entendible pero completamente absurdos esos comentarios de que su hijito con síndrome de dawn es como un “ángel que nos mandó Dios”....”yo creo que el señor/la vida/buddha /o-lo-que-sea-en-que-ponga-su-fe, nos ha hecho pasar por esto por una razón, para que aprendiéramos algo”…Me están webiando?????!!!!!! (comentarios brígidos en 3, 2, 1..)

Las personas sólo dicen esas cosas para consolarte o auto-consolarse, pero la verdad es que uno transforma los sucesos negativos en positivos sólo cuando se le arreglan: “yo sabía que Pablo me tenía que patear para que conociera a Roberto, el hombre de mi vida” (si claro, después que lo descubriste en tu cama con otra y que te dejó bancarrota…), “fue bueno que me echaran de la pega sino me habría quedado quizás cuánto tiempo más pasándolo mal” (demás, pero en el año y medio que estuviste cesante tuviste que sacar a los cabros chicos del colegio, te gastaste todos los ahorros, tu emprendimiento fracasó y casi te embargan la casa).

En lo personal creo que hay que parar con eso de buscarle el sentido trascendente a todo, a veces, te toca un jefe ctm o un hombre malo y tuviste la mala suerte de ser tú nomás. Tomar las circunstancias solo como eso, aceptarlas como un suceso, de repente es mejor que buscarle la quinta pata al gato.

Así que la próxima que le toque un amigo en apuros, dele unos golpecitos en la espalda, hágale un apapacho, pero en vez de usar esas frases hechas, tan típico del chileno esquivo a decir la firme y tan bueno para hablar por hablar, ayúdele a solucionar concretamente y hágale saber que estará ahí si necesita ese hombro (y ese ejecutivo de banco, ese compañero de colegio con contactos, ese hermano abogado….)

domingo, 1 de mayo de 2016

ME FUERON DE MI PEGA: REFLEXIONES


Como muchos otros cientos de chilenos, fui desvinculada de mi trabajo recientemente lo cual me ha hecho reflexionar respecto del mundo laboral y el empresariado chileno.


Trabajé más de 4 años en una de esas “empresas líderes de la industria financiera”, sobreviví a prácticamente a una reestructuración por año (aka reciclaje de personal, ya me referiré a eso en otro capítulo jijijij), hasta que en el último cambio realizado el pasado agosto, me tocó a mí quedar fuera. Terminé mi día con toda la tranquilidad que me permitió la situación, no hice ningún escándalo, no grité, no lloré, no busqué grandes explicaciones. Simplemente, lo acepté, y abracé a aquellos con los cuales compartí tanto. Nota aparte: no sé por qué siempre en las empresas se piensa que uno podría ser escandoloso…o que el viernes en la tarde es el mejor día para echar gente, “así uno tiene el fin de semana para reflexionar y comunicar la noticia a la familia”, o sea, el mejor fin de semana ever!

Por qué señor mío el trabajo no podía ser sólo cumplir y nada más???!!!!! Nunca pude concebir pasarme la mayoría de mis horas despierta en una actividad que no tuviera sentido. Para mí las personas de la oficina se transformaron necesariamente en una familia laboral con la cual compartimos desafíos, cansancio, frustraciones, éxitos, y miles de risas y anécdotas.

Cualquier empresa con un mínimo de actualidad en sus prácticas querría eso. Las empresas en este país se llenan la boca hablando de “clima laboral”, mueren por un puesto top ten en el ranking Great Place To Work y etcétera otras certificadoras, y les piden a sus trabajadores que no sólo cumplan con hacer su trabajo sino que además lo realicen con una sonrisa en la cara. No les gustan las personas que no llegan en la mañana contentos y con ánimo porque “no aportan al ambiente”, pero éstas no se preocupan por mejorar las condiciones de aquellos aspectos que son importantes para los trabajadores, porque además ni siquiera se pegan la lata de preguntarles: sueldos, bonos, flexibilidad para hacerse cargo de temas familiares, preocupación por las horas de salida y no sólo por la de llegada, etc. Creen que con un buen asado de fiestas patrias o una caja de medias lunas se liman todas las asperezas, haciéndolos sentir que se los toma por tontos y simplones. Es como cuando te invitan a un asado y hay puras hamburguesas, y de las baratitas…en verdad se piensan que uno es weon?

Durante los años que trabajé en la empresa, participé de todas las actividades “extra curriculares”, yo tengo espíritu organizador y me gusta salir de la rutina así que lideré campañas de recolección de útiles escolares y regalos de navidad, hice talleres en la ONG que apadrinaba la empresa dentro de su política de RSE, estuve en comités de preparación de baby showers de cuanta guagua ajena nacía, y etc. Trabajé miles de horas extras, noches en casa y fines de semana, fui a trabajar enferma o recién patiada. Hice todas las capacitaciones y cursos que estuvieron disponibles, incluyendo un diplomado pagado por mi propio bolsillo, con el ánimo de aprender más y aportar de mejor manera en mi trabajo (lesa no?). En consecuencia, creo haber superado lo requerido desde un punto contractual, y sin embargo, a la hora del despido “la empresa” se atiene completamente a la norma, no otorgando un centavo más de lo legal.

Lo curioso es esa percepción de la empresa como una institución abstracta, un ente. Mientras uno está en ella, se te pide que la consideres como una segunda casa, pero al momento en que los gerentes dejan de considerar tu aporte como valioso, inmediatamente éstos se transforman en un ente-“la empresa”- y tú en un “recurso”, olvidando que las organizaciones las hacen personas con nombre y apellido decidiendo estrategias de negocio, reestructuraciones y despidos, influyendo profundamente en la vida de otros, porque un trabajo estructura tu rutina, tiene efectos sobre la vida familiar, la psiquis y la salud, proyectos económicos y otras múltiples dimensiones, haciendo patentes las asimetrías en el poder ya que claramente esos mismos gerentes que participan de tu destino, gozan de otras condiciones, y si se tienen que ir sus indemnizaciones no son de máximo 11 años con tope de sueldo de 90 uf como nos ocurre al resto de los mortales.

Esta institución que es la empresa, tiene además un rol importante en la sociedad, en el país, pero esto se les olvida, sobre todo en situaciones como la actual, donde los medios se llenan de titulares, algunos alarmistas, sobre los efectos de las reformas gubernamentales, cambios en las tasas de interés, etc. Francamente pienso que el gran empresariado chileno, dueños de holdings, retailers, bancos, y demases viven en una absoluta mezquindad, siempre alimentando el miedo de potenciales crisis económicas, sobrerreaccionando a anuncios y amenazando a los gobiernos con despidos masivos y paralización de proyectos de inversión cuando ninguna de ellas ha perdido dinero, puede que su crecimiento no sea lo esperado por sus directorios, pero teniendo utilidades de miles de millones, para mi gusto es razonable dudar de los despidos que ya se han realizado y los que se vienen anunciando. Para el trabajador eso significa vivir con miedo a quedar cesante, y con los despidos, trabajar más por la misma plata (qué conveniente no?), porque en esa situación cómo se le va a ocurrir a la gente pedir un reajuste de sueldo, qué atroz falta de compromiso, con lo cual no me sorprende la cantidad de gente desmotivada que llena escritorios y que declara “es una pega nomás”, no queriendo dar ni un centímetro más de lo que le piden, llevando al típico juicio de que los chilenos son poco productivos. 

Muchas de estas mismas compañías promocionan sus políticas de RSE con bombos y platillos pero son sólo declaraciones vacías cuando ellos mismos no contribuyen a la humanización del mundo del trabajo.


Hoy me encuentro “en búsqueda de nuevas oportunidades laborales” y si vuelvo a emplearme tengan por seguro, que aunque no dejaré de pensar lo que aquí expongo de una manera un poco burda, seré la misma trabajadora incansable, proactiva, colaborativa y comprometida con la excelencia que siempre he sido, porque así me educaron y porque creo en la construcción de una mejor sociedad, más humana y más productiva. Porque obvio que soy lesa y no puedo evitar creer en el viejo pascuero maldición!